sábado, 30 de mayo de 2009

Dos preguntas especiales

¿Cómo es ese caudal, esa inmensa realidad preteórica, semejante a cualquiera de las cosas y a ninguna, tan aludida como indeterminación y evocación de los milenios?

¿Qué es esa magnífica complejidad que posibilita el momento en el que algo determinado, por ejemplo, un yo-mente, pueda ser olvidado sin ningún pesar y que del mismo modo permite el momento del desolvido, trayendo a cuento sin más espíritu, forma, persona o cosa?

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