martes, 16 de febrero de 2016

A propósito del sabio Gilles L.

Parece muy simple la actualidad descrita por él, pero ¿por qué vemos muchos confundidos al respecto? ¿Acaso no ha dicho claramente qué pasa? Apuesto por el no, por la zancada de la ideología, de la tecnología simbólica subyacente a la conciencia según crítica que predetermina sus diagnósticos y bloquea la transformación deliberativa. Desde luego hay cambios, pero fueron cedidos a la tesis de la mano invisible, a la deriva del llamado orden espontáneo, según el cual es concebido por y considerado con todas las piezas del rompecabezas en el enigma del mundo, incluidas las piezas extrahumanas. Se dice además que se trata éste de un modelo de estructuración y proceso perfectible tan noble que conviene no intervenirlo en su núcleo con nuestros caprichosos deseos humanistas de justicia, equidad y reducción del sufrimiento. Sé de algunos inspirados que le han llamado a eso la revolución de las máquinas, y se refieren a eso en tiempo pasado, a un hecho histórico consumado, no a un sueño apocalíptico que responde a sus deseos de destrucción del presente, de esta modernidad que se percibe notablemente torcida y sanguinaria.

No hay más comunes mediados en el hiperespacio ni hay más enlazados por la experiencia consciente. Por esto las siguientes herramientas de trabajo tendrán que levantar edificios básicos diseñados para la procreación de comunidades pendientes por aparecer, o de ser devueltas a su situación práctica y efectiva de su condición fantasmagórica. Muchos son los modos de expresar esto mismo, y habrá que desarrollarlos, pues el reto no es otro que el de enmendar la capacidad de encontrarnos entre la multitud de ignotos.

No hay comentarios.: