Antipoética en falsa prosa: una reconstrucción
...sé qué me conviene y no lo quiero, porque estoy equivocado y me ando con la moral hegelmónica, esa del reconocimiento, y me lastimo por no fabricar lo que aquellos otros consumen, porque no hago lo que nunca tendrán, porque amo una nariz imposible y un vestido pasado de moda, porque estoy loco, adopto sombreros de fruta, podredumbre y dientes amarillos, porque busco adicto ese presente que me impele a serle infiel, al menos un instante, a la eternidad...
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