Naturaleza del blog Zeyrus Kuilg
Escribir aquí para mí desde el principio ha sido como hacerlo en un escritorio de trabajo. Los textos que he publicado en él han tenido la intención específica de generar un público reducido y flotante, que se recicle y no deje de reaccionar siempre a su modo singular y actual, sobre todo en contra de mis ideas vagamente establecidas.
He buscado cierta animadversión como respuesta a mis escritos, no escribo para agradarle a nadie, ni siquiera a mí. La razón de mayor peso es la imprecisión y la incompletud de mis palabras. Lo que pretendo es proyectar que todos los textos, no sólo los míos, son entecos. Sí, ridículos. Una manera tendrán de no serlo. Ser El Texto. Pero ya no estamos propiamente en una era de libros sagrados, una era que necesitaba, entre otras cosas, de pocos lectores.
Claro que mis limitaciones como escritor -que nunca lo seré con rigor-
hacen la tarea particularmente difícil. He cometido muchos errores y herido suceptibilidades que pensé no herir. Se creerá por eso que mi blog es como mi bar personal, ahí donde curo mis penas y trato de no recordar más, pero no lo veo así, tengo una buena razón para hablar tanto de mí, hasta la imprudencia. Sobre la propiedad terapéutica de la escritura hablaré en otra ocasión y sobre el olvido de terapearse sólo puedo mostrar mi inconformidad. No es así, por el contrario, recuerdo qué he hecho y asumo la responsabilidad de ser el veneno de aquello que me importa. La imagen que tengo de mí no es por tanto positiva y la ataco constantemente, es así una fuente exquisita en cuanto a la producción de textos para este escritorio y su figura Zeyrus Kuilg.
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6 comentarios:
te respndo acá algo de mi blog:
Si he pensado en construirles una psicología contrastante, pero quiero q ella vaya surgiendo, por lo pronto son muy parecidas, pero conforme el blog crezca ellas irán creciendose y distanciándose.
Pd. gracias por leer el blog ;) ya linkee el tuyo para tmb leerlo.
Vi tu firma en mi blog, gracias Enrique... en ese momento sí tenía motivos para alegrarme, pero si leyeras las últimas dos entradas... creo que estoy haciendo justamente lo que tú no quieres hacer con tu espacio, es decir, lo estoy tomando como mi bar personal... no sé, no estoy bien y lo que escribo seguramente tampoco... qué cosas.
Sensato, muy sensato lo que escribes. ¡Qué va! ¡Demasiado sensato para ser mexicano!
a)Pensaba dejar acá mi arrebato sobre el eterno conflicto ante la incompletud del texto (además del que me provoca a mí su multiplicidad de caras), pero hace sueño /y sé que si no dejo nada acá, me quedaré pendiente del impulso más tiempo del que quisiera/ (¿qué estoy haciendo? ¿te escribo sobre la incompletud de mi ser? Ahh, el sueño de los justos...) Te diría que creo que eres humanista hasta la pared de enfrente, pero si tú dices que no...
b)¿Pa qué te complicas? Escribe textos sagrados
Gracias.
¡Hola, Enrique!... Espero que tengas buen fin de semana y que actualices tu blog pronto. Nos vemos el lunes.
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