viernes, 27 de marzo de 2015

Compilación: vanidad, soberbia, arrogancia

¿Por qué leer?

9 de enero de 2015

Puede ser muy bella la historia de los otros, el rollo que cargan y explican, revelarse observadores de guerra, nativos de Cachemira, minoría crítica e hindú, estudiantes de epistemología del sur, relatores de una historia de vencidos. A veces podría llevar en el corazón narraciones suyas algunas décadas, al expresarse con esa pasión propia de quien siente que nada más importa. Pero el tiempo compartido es tan escaso... Las necesidades de su cuerpo y el mío no son las mismas que las necesidades de su narración. Nuestros cuerpos, y nuestros templos, tampoco coinciden. Mi existencia es un ruido para la continuidad de la historia del otro. Mi propia narración también tiene su ritmo, su propia cadencia. ¿Así está ya suturada la realidad? Si no, ¿cómo?

1 de enero de 2015

García Márquez, sobre el realismo mágico:
La ilógica de la vida no tiene fin (…) Dicen que yo he inventado el realismo mágico, pero sólo soy el notario de la realidad. Incluso hay cosas reales que tengo que desechar porque sé que no se pueden creer.
Él sabe, qué duda cabe, pero algunos podemos y debemos optar por tomar la otra campaña, hacer que se hable lo que nadie cree, sean pliegues abandonados o espacios no estrenados.

¿Qué sucede?

27 de noviembre de 2014

Via The New Yorker from artist Paul Noth.
As easy as that.



4 de junio de 2014

Acto I:
Nosotros la multitud somos divididos entre comunes y posicionados discrecionalmente de un recurso especial o una fuerza origen.
Acto II:
Los comunes son retirados del núcleo de la historia y presionados a consumir narrativas de ficción para la supervivencia de su conciencia.
Acto III:
Las narrativas de ficción hacen patente que el problema entre los personajes es la comunicación, en particular el silencio.
Acto IV:
La historia efectiva muestra que, en efecto, el silencio es una forma de hacer la guerra. Está lejos de ser la única, sin embargo.
FIN

23 de enero de 2006

Tierra de gigantes - Zeyrus Kuilg

21 de octubre de 2014

Si me dieran un peso por cada argumentación que no he tenido que dar en este mundo moderno, no tendría problemas financieros. Se los aseguro, la realidad está automatizada, y justamente ideas no requiere, solamente obediencia, que todas sus promesas sean meras obligaciones de la presión social más convencional.

30 de marzo de 2014

¿Por qué callar ante el error? ¿Qué impuso a los misteriosos testigos de las fallas de Edipo el silencio? Fue lo único que dio tiempo a éste para que elevase hasta las nubes la pirámide de sus crímenes. Entre las muchas páginas hermosas de Thomas de Quincey, rescato con especial cariño esta reactivación del enigma. ¿Por qué será que no estudiamos de manera obligatoria, en complicidad con la fuerza del Estado, esta obra excepcional. Con probabilidad, si conociéramos a detalle las letras anglosajonas más sublimes, podríamos desnudar con agilidad sorprendente el espíritu del necio Imperio nuestro. Me avergüenza no tener a la mano obras de S. Johnson o de R. Emerson.

15 de marzo de 2014

Si no van a contarse los unos a los otros las partes del todo, ¿qué valor puede haber en tener la razón?

En consecuencia, luchamos

12 de octubre de 2013

Yo también he querido gozar cada excelencia de este mundo. Por eso he venido aquí con ustedes. En un universo dominado, más de mil ilusiones se consumen todos los días y todas las noches. Mas el horizonte revela que nuestras naves están en llamas. No hay más vuelta atrás. Este paraíso prometido es ahora nuestro infierno. Miren detrás de la colina, cuesta un poco subir a la cima, pero las huestes enemigas pueden verse claro desde ahí. El Adversario está aquí. Disfrutemos del bocado de manjar que aún queda en nuestras bocas, pero guardémonos de proteger las veleidades de esta tierra mientras el peligro amaga, pues el trabajo por hacer no es otro que mantener la posibilidad de nuestra vida futura. Más allá de nuestra conciencia, nos compete defender el derecho de poder vivir en la memoria de nuestros sucesores. Si estos villanos nos vencen, en contra de nuestra necesidad, no sólo se quedarán con los frutos del territorio aduciendo que son merecedores de esos y más honores, también pisotearán nuestra dignidad y estrecharán nuestra existencia hasta la extinción. Bastante bajo vuela ya nuestro espíritu después de la construcción de aquellas naves, ahora ardientes. Escúchenme pues, no es que valga poco su humor y su ingenio, es que la situación es crítica y acredita una acción excepcional, la coordinación de nuestras fuerzas para superar la emergencia. Esta muerte amenaza vidas individuales y colectivas, promete mentiras, prepara despojo, diseña corrupción, produce destrucción. Las palabras no alcanzan para anticipar su distinción en la crueldad. Si no paramos su marcha, estaremos parando nuestros propios corazones y los de los demás. Todas estas cosas veo y entiendo, yo que también he querido gozar cada excelencia de este mundo.

30 de abril de 2014

La descolinización intelectual comienza por la producción comunitaria del intelecto. Si no se habla, si no se pregunta, si no se discute, si no se argumenta, no habrá un puerto al cual llegar luego de salir de la colonización. Evitar la confrontación y la recuperación de territorios sólo engendrará servidumbre más profunda, incrementará los muertos en vida y las verdaderas almas en pena.

Unos de los varios enemigos principales: el sexismo y sus modelos de amor

28 de diciembre de 2014

Signos sexuales en binomio - Zeyrus Kuilg

28 de noviembre de 2013

Carta abierta al tema del lenguaje sexista - Zeyrus Kuilg

19 de diciembre de 2014

La anarquía asume que es posible tomar decisiones libres. El problema del mundo está en que la libertad no está garantizada, y esto solamente puede saberse en función de referencias a una conducta exterior, la cual se muestra más rica y realizable. La experiencia informa que la gayola puede bloquear los sentidos y hacer tomar por libre una elección pobre entre opciones todas desabridas. ¿Será posible vivir sin tener ninguna idea más allá de los barrotes? ¿No será esa imposibilidad de observar la primera señal de consecución de la utopía anarquista, esfuerzo mediante? Los teóricos pueden hacer a un lado el engaño de los sentidos, y ya pueden coleccionar tantos signos del exterior inferidos por la razón que incluso se dice que son engañados por la razón, pues pierden de vista el contexto efectivo de realización. Se recomienda por supuesto el equilibrio entre la adquisición de los elementos de juicio (el repertorio es valioso para la sustantividad) y la selección de los mismos para la transformación (pues la satisfacción es cambio).
The Short Instructional Manifesto for Relationship - Andy's Log

11 de enero de 2015

Propuesta de definición para la palabra 'conquistar': "Despojar de territorio, derecho o bienes a sus ocupantes o poseedores actuales y desplazar del espacio convencional sus problemas o sus propias personas a otra geografía o realidad".

A veces la palabra 'ganar' me parece inadecuada para describir el mundo, a menudo informa solamente que el sujeto fulano de tal está satisfecho.

4 de enero de 2014

Para los adeptos del infinito es una fortuna y para los seguidores de la finitud, una tragedia amorosa:

Tú(Yo) no le bastas(o)

En la dimensión política, como sea, acontece, entre el poder y el pensamiento.

25 de marzo de 2011

Misógino - Zeyrus Kuilg

5 de abril de 2009

Adicción - Zeyrus Kuilg

20 de junio de 2014

Cuando una madre -o un padre... a veces, si piensa 'en' la criatura-, toma en brazos a un bebé suyo, ¿qué pasa por su mente? ¿Percibe acaso un enigma ante sí? Quizá se pregunta: "¿Es esto lo que debo aprender a amar?" ¿No pensará más bien: "¡Gáname, condenado, porque me pierdes con tantito que quiera el Señor!"? También podría pensar, por supuesto, que la criatura es y ha sido parte suya, que más que su propia sangre, es su propio cuerpo y su propio destino. Luego, ¿pensará que está enterito y que ha terminado de nacer o lo concebirá como una criatura que ha pasado de un útero a otro: el seno de la tierna infancia? ¿Qué piensa, pues? ¿Que ese ser humano, tal vez a medias, tal vez aún por aparecer, es un producto recién cortado del árbol y que ya puede ser puesto a prueba? ¿Y si esa prueba no quiere sino decir una serie de pruebas, de desafíos, mejor dicho, que lo guíen a lo largo de su desarrollo más básico, hacia la ideal adquisición de la seguridad humana? ¿No pensará que tiene un alma, que ha caído en el tiempo, en el mundo terrenal y que fue prestado de algún modo por Dios, cual encargo divino, y por lo mismo le debe el mismo amor que se tiene a sí misma, por lo menos? Mas si es una madre sufriente, que sabemos no son pocas, ¿no estará inclinada a descifrarlo como una penosa carga y tratará de colocarlo lejos, haciéndolo en consecuencia débil? Ese pequeño bodoque neutro bien puede proyectar el infinito y enraizar a la sujeta en la existencia.

Yo, que soy muy egoísta, ante esta breve digresión, solo me pregunto, si aquí hay alguna clave para entender la detonación del amor por lo dado o del amor a aquello por venir. Son dos amores diferentes, de tenue distancia o de una misma moneda, pero bastante agresivos entre sí... Me lo pregunto porque esos yin y yang andan en un severo desequilibrio. Nadie más que mi conciencia me lo pregunta: ¿cuál de estas inclinaciones prevalece en estos días? ...Son días extraños. Quizá sí valga la pena pensar en una "esta época" o alguna de sus formas equipotentes. Es raro que lo que parece haber en abundancia (vidas instantáneas, o bien, enajenación extrema), se pueda presentar igualmente como un dato falso, y también es raro que la prueba de falsedad no se pueda sostener en hechos verificables y sostenidos generales... Es decir, nuestro espacio público en el que se construyeron las personas de la polis ha expulsado el contexto para las comprobaciones generales. A esto lo llamo raro, por no ponerme desastrecatastrofista. (Así de menesterosos están estos días, en su resaca moral del siglo pasado, de desprestigiar las medidas universales y acusar de errores las pretensiones totales.)

¿Qué piensa pues, una madre? ¿Que la criatura es un amor en sí, que le ha sido dado para seguir amando conforme a sus signos, o que la criatura es una nada que eventualmente, y si los astros (o esfuerzos socio-cósmicos) se colocan donde deben, podría ser amada. Los viejos ociosos del pasado ya bautizaron la respuesta acertada: armonía, diálogo, punto medio, equilibrio, etc. (algunos bautismos generan nombres vagos). Pero la cuestión no es cuál debe ser la forma de la relación del mundo de la madre (o el padre, a veces) con la del mundo del bebé, sino de qué modo, a saber, con qué palancas y dispositivos concretos, podrá uno y otro mundo aproximarse a la relación que la inercia contextual no les permite tener.

7 de diciembre de 2013

Censurar el mal gusto y no combatir sus causas contribuye a la profundización de la violencia estructural. Así la experiencia se singulariza, las formas del mundo quedan alienadas y las nuevas ideas son mitigadas, cuando no condenadas a la fugacidad.

Un mundo sin excluidos de la alimentación, la educación y la salud sí es posible.

Otros enemigos principales: la guerra y sus libertadores

2 de mayo de 2014

Ellos dicen que la paz pública equivale a la estabilidad de los estados y la economía. Sé que algunos no pensamos esto y lo damos por sentado, pero a otros les puede ser difícil de creer, tanto como situación que es el caso como porque haya en ello alguna carga de negatividad. Entonces, porque probablemente algunos creen que miento o me equivoco (ojalá fuese tan trivial), hemos de dedicarnos a probar la primera cuestión y la segunda, y todas las que sigan o se opongan a que termine este problema llamado bomba de tiempo.

2 de enero de 2015

Para desobedecer solo hay que ser pésimos peones, dejar de funcionarle al pesado. La fábrica de humanos no puede anticipar a todos los irredentos que combaten contra la nulidad del orden hegemónico. Esto es el posmodernismo, poco más. Si es necesario que el diverso se dé de topes y fracase, que suceda. Seamos todos enemigos de la rentabilidad.‪#‎YoNoSoyRentable‬ ¿Y qué? No les daré el gusto de hacerme a mí mismo despreciable por carecer de los parámetros de valor cupulares. Si mi éxito es mi obediencia, dejaré el corazón en la mesa, no solo los huevos, tal vez así degusten con mayor claridad su amor a la muerte.

18 de noviembre de 2014

En 2013, apenas el año pasado, alrededor de dos millones cincuenta y dos mil delitos cometidos en el país fueron esclarecidos. Por cualesquiera razones, eso fue lo que pudo procesar con satisfacción el estado de derecho mexicano. Ante una realidad que reportó más de 33 millones de delitos, solamente hubo "abasto" para 2 millones. Mas cabe aún preguntarse, ¿qué clase de violaciones a la ley tienden a resolverse? ¿Puede la desigualdad económica anteponerse a la distribución del debido proceso? ¿Existen algunos tipos de delito que no se atienden, de entrada? ¿Cuáles son los filtros? ¿Quiénes son estos responsables?

30 de julio de 2014

Yo soy 132 es un operador para referirse a dos funciones políticas:

1. Equipararse, desde el derecho y la libertad, a un actor injustamente agraviado. Sirve con fines legítimos (el originario ‪#‎YoSoy132‬), aunque también los fines de burla (amable o destructiva) son válidos (‪#‎YoSoy4‬); da también sentido a los desvaríos independientes (‪#‎YoSoyMamaRosa‬).

2. La otra función es la de ocultar la identidad, volverse un número, otro más de los ninguneados, con el objeto de atenuar las diferencias, entre el libre y el encarcelado (‪#‎YoSoyMireles‬), el joven y el viejo, el rico y el pobre, el empleado y el desempleado, el de derecha y el de izquierda. Esa fue la marca de progresismo en ellos, su humanismo trendy.

Parecía difícil de leer y reproducir, es cierto. En un Estado de amplia desigualdad, los signos modernos no pueden sino ganar en resistencia y perder en distancia. Sí, bajó de magnitud, todos sabían que la moda (fabricada) sería pasajera; pero no se agotó. Como cualquier cosa, al caer en la endogamia típica de las islas, sus alcances encontraron rápido su límite. Su origen fue siniestro y novedoso: por un lado, fue una nota más del falso periodismo de los medios mexicanos, pero también fue un fenómeno viral de las plataformas de red social.

Entonces no es puro, y con todo, otorgó un escenario para que ocurriese un encuentro entre las personas fuera del contexto institucional, laboral e individual, para que pudiese impulsarse propiamente la cosa pública, la cuestión de la democracia efectiva, más auténtica, con más demos y menos pantomima.

Ese espacio tuvo de todo: el cruce de lo exótico, lo clásico, lo emocional, lo familiar, lo opresivo, lo colorido, lo deportivo, lo dramático, lo intelectual, etc. retó la imaginación de muchos y reveló que la utopía no estaba en unas pocas cabezas visionarias, sino en casi todas, y que más allá de las mentes, estaban también las manos trabajadoras que siguen los pasos de la dignidad y no solamente las espaldas encorvadas que soportan el peso de la injusticia.

Encontrarse entre iguales en el mar de la diferencia fue lo que despertó, al menos en mi caso, la esperanza en la práctica. La metafísica sola siempre tuvo elementos para robar mi corazón o sacrificar mi cuerpo de cara a lo santo, pero solo el anhelo en los demás por otro horizonte me hace ver la emergencia.

Desde luego,

#YoSoy132

5 de noviembre de 2014 - Relaciones domésticas del presente; glocalidad y autonomismo

Ante el hecho simple de que las personas llevan consigo rollos complejos, algunos de varios años de cola, que tienen por tanto el corazón puesto en varios seres y que no los ponen todos en la mesa, pienso.

Nosotros no somos todos cuando menos en dos sentidos; desde luego nuestra voz no incluye todas las vidas, pero tampoco, los que estamos, hacemos presente todo nuestro ser. Siempre habrá un alcance finito para el significado de nuestras formas y palabras; los hilos que nos forman traspasan siempre el presente. Tal vez es una dosis de realismo la que nos pone al pie del cañón, para afirmar la lucha social y suscribir las iniciativas de transformación del orden.

Con todo, dado que los órdenes hegemónicos imponen el presente absoluto, enfrentamos problemas generales que parecen constantes para nuestra práctica y perseverancia. ¿Qué hacemos? Tratamos de hacer comunidad con muchos desconocidos mientras a la par nos curtimos viviendo en un escenario de terror atomizante. Continuamente se nos sugieren invitaciones, faltas o no de decoro. Sus formas son ubicuas e intensas, pero absurdas; los mensajes del poder convienen en no dirigirse a la conciencia activa de los sujetos, para no angustiarla. La política sistémica se revela farmacológica: paliar un dolor aunque el costo sea enfermar otro territorio; casi todo se convierte en sedar y entumecer, eliminar la sensibilidad de la mente para que viva el cuerpo solo, dirigido por la fábrica del mundo. La libertad individual vive en el exilio o en el autoengaño.

Pero resistimos, nosotros queremos empezar algo nuevo, crear o ejercer la libertad. Entonces el conflicto fundamental nos espejea y los grupos sumisos, dirigidos por el programa o sencillamente identificados con la destrucción, nos reprimen, de mil modos. En etapas tempranas de la resistencia (y en estados avanzados de la opresión), casi todos los trabajos de infiltración con los que lidiamos se caen si la participación para la consecución de los fines está bastante distribuida. Es decir, que los topos solo logran su cometido de frenar si hay estructuras verticales y cadenas de transferencia que puedan intervenir. En mi experiencia destapar a los desmovilizadores o contrarrevolucionarlos, además de iniciar una vana lucha de etiquetas peyorativas, en estos tiempos, remite principalmente a la desconfianza, a la hija criada por el Estado y su terrorismo generalizado. Después de los señalamientos, lo que vemos es que no hay juicio justo ni valoración probatoria a partir de evidencias reunidas, solo ocurre la separación, la lucha por el poder. No obstante, si no hay cuellos que apresar, no se puede ahorcar, independientemente de los enemigos internos, pues su número es reducido, y no tienen licencia para matar ni para destaparse.

Estos días he tenido que recordar el asambleísmo, y los cabildos que se forman naturalmente, entre el reino de la desconfianza y la incomunicación. Insisto, semejante cosa no es horizontal, ni legítima en la mayoría de los casos. Una asamblea es una forma vertical toda vez que hace uso del concepto partidista de representación. Las asambleas están moralmente en un acierto si ocurren entre miembros que pertenecen a un mismo espacio de trabajo y tienen la necesidad común de acordar alguna cuestión. Pero si los asistentes no comparten las actividades cotidianas, entonces ya no hablan como personas, sino como representantes de una masa opaca, la cual pretenden tener bien conocida, si hablan en su nombre, ¿mas quién conoce a los otros, precisamente en el presente? En este sentido, si los colegas estudiantes gustan tanto de la asamblea, hay que obligarlos a hacer principalmente asambleas locales, allí donde tengan asuntos domésticos que atender, mientras se satisface el objetivo de las asambleas generales de otra forma, porque su instancia general fracasa continuamente en su propósito de articulación de diferencias. Esta es justamente la pregunta que creo importa resolver para los movimientos de estudiantes de hoy día: ¿qué satisface una asamblea general?

Tiene varias funciones. Una es psicológica, es un espacio donde todos los asistentes están convencidos de la urgencia y la convocatoria coyuntural, de modo que podrán plantearse asuntos más profundos y en una amplia compañía. Otra función es política, se crea un referente para darle peso a las decisiones acordadas, y se vuelve posible recibir la atención de los prepotentes que acaparan las decisiones del territorio. La otra función es comunicativa, se crea un continuo trabajo de homologación del mensaje de los afectados hacia el exterior, por lo que sube la claridad y acaso la convocatoria.

Hay que resolver entonces de alguna otra forma estos tres elementos para que deje de tener sentido una asamblea general: confianza o salud de los grupos chicos, formas de diálogo con el poder y canales de comunicación. Los pequeños núcleos de trabajo adquieren a menudo el nombre de comisiones y de mesas, pero casi siempre mueren por la falta de comunicación, porque, en su desconfianza, celan la información. Evitemos que las células que tenemos a la vista se pierdan en la marea. Antes de la invisibilidad, prediquemos una forma de lema lúdico: ¡comisiones y mesas del mundo, uníos!

3 de diciembre de 2014

La población se polariza y con pocos motivos habla ya de matar. Las cosas no van bien. Comprendo que busquen zanjar las cosas, la inacción y la impotencia suben el fastidio, pero el odio que me enseñó mi madrina Televisa también me llevó a comprender que desear el mal como medio para alcanzar objetivos precisos es fútil; los ganchos de la agresión no tienen modo de tomar los cuerpos tenues anhelados y con frecuencia atraen circunstancias que antes no buscamos. Esta es la situación que gesta el lugar común conocido como "cuidado con lo que pides". Andémonos sin atención y las victorias futuras también nos sacarán los ojos.

Efectivamente el país necesita aumentar su nivel de bienestar. En general, todos deben recibir mayor satisfacción de sus necesidades básicas de subsistencia; mayor retribución por su trabajo honrado; mayor capacidad para entender su situación histórica; mayor tiempo libre para descansar de sus obligaciones y desarrollar propósitos libres. Sin esta movilidad y evolución social, la emancipación directa de la impunidad que ya se demanda en el territorio arreciará la sordera y la ceguera.

Grupos guerrilleros como la FARP saben que hay que comunicarse, creen que eventualmente necesitarán hacer uso de las armas contra sus enemigos, y que si no hablan antes de eso con todos los demás, se ganarán penosamente nuevos oponentes. Quitar un régimen de muerte para crear nuevas condiciones de derramamiento de sangre no es solucionar el problema.

5 de diciembre de 2014

Sé lo que hacen. Descartan, ignorancia mediante. Somatizan su prédica directa. Probablemente me maten. No los detendré.

Iba a explicar algo, pero la Ciencia de la Lógica lo dice bastante bien.

¿Recuerdan a los muertos vivientes? Eso soy. Pensé que otros podrían unirse a mi accidente, pero veo unos están bastante resueltos en vivir un nuevo mundo. ¡Adelante! Súbanse a Pegaso y llámenle a eso cabalgar. Nosotros los que reptamos, los que disolvemos, derretimos y laboramos, incluso en distintos cielos, no surcaremos los aires por medio de una sola quimera mítica domada por sus manos y su carisma. Una sola fuente es incapaz de emanar el medio para todos los dechados de virtudes.

Ha sido doblemente brillante el sol por darnos sombras además de energía. ¿Podrá entender eso el héroe que clama por la revolución? ¿Captaron el claroscuro de su territorio barroco o se quedaron con la prístina historia positiva de víctimas y victimarios?

Los visionarios insisten en saber y obligar a saber, pero sus pruebas son como la de los infantes en juego: hablan porque sí y oyen entre caprichos. Ni siquiera una bestia noble y mítica podría soportar la carga de su disposición sin tutela.

Sucederá una encrucijada, y algunos de nosotros les cederemos nuestro poder. Pero no harán nada con él. Pedirán que nosotros mismos tomemos las riendas, nos ofrecerán montar el equino alado, un clon, y verán que volveremos nuestros pasos, algunos a la tierra, otros a los artefactos. Si para entonces la estructura anterior está echa trizas, no depositaremos nuestra energía en ella, por supuesto, pero nos encargaremos de hacer y decir cuanto nos descartaron antes, nuestra propia inercia y expresión.

Tal vez entonces nos planteen un repertorio amplio, pero sea Kaboobie o Lammasu, muchos no querrán alzar el vuelo de ningún modo. Habrá que ver si los muy sacrificados no se indignan por tamaña grosería y retoman los garrotes.

Unos pocos prestarán atención a sus propuestas y con oportunidad -o con oportunismo-, escogerán sus inspiraciones. Se aproximarán a ustedes haciendo lo que ustedes no hicieron: escuchar; bendita diferencia reactiva la de "saber demasiado".

Para ustedes, que precisan ostentar unas verdades justas y destapar unas farsas, que la vida sea su revólver. Para no dudar de las vueltas de la carne y estar muy claros de quién tiene el fuego de su lado.

13 de junio de 2014

¿Por qué optar por la autodestrucción? La última vez que decidí que prefería la muerte a las relaciones dadas, estaba perfectamente rasurado y miraba hacia el futuro como quien mira a su destino... Cometí un error, que busqué corregir a los pocos días de hecho. Llenarse la boca de palabras es una cosa, pero cuidar por largo tiempo de objetos precisos es otra; es la eterna analogía de herir o sanar. Los corazones hablan del campo como metáfora por antonomasia del trabajo, y tienen razón en ello, pero se apresuran con la idea de sembrar las semillas y piensan muy poco en la preparación de la tierra y la repetición de la tarea. El ciclo anual tan solo es muy breve para expresar las muchas necesidades de las que depende nuestra existencia, y que si no cubrimos con rectitud nos dejan a merced de la fortuna, la cual, conforme crecemos y ocupamos cada vez más espacio, se agota inexorablemente. No velar por la salud del territorio, por ejemplo, o por las relaciones que desencadenará tal o cual herencia, solo augura tragedias futuras, de las que los desvergonzados podrán no sufrir ninguna consecuencia en la carne, aunque sean los principales culpables. Abusar de los habitantes del futuro o no hacerlo, esa es la cuestión aquí. Siempre trabajar con los seres vivos es más completo que hacerse de una parcela y dividir deberes.

Todavía más allá, ¿captamos con claridad cuál es el ritmo de los seres vivos que forjan su propia memoria a la vez que responden a su circunstancia dada? ¿Captamos la dificultad de aquellos que todavía no pueden plantearse estos elementos de trabajo y que responderán con ingenuidad a su "no hay nada que hacer al respecto"? ¿Qué desarrollo continuo podría resistir muchas primaveras sin una auténtica posesión de identidad, sin la así llamada vida? No, la muerte no es una opción en estos tiempos de extraña "contradicción". Extraña porque aunque sigue siendo ontológicamente lejana, es patente a los ojos más párvulos.

La primera vez que contemplé a los hombres liquidarse los unos a los otros yo ya los imitaba. La vez que comprendí que no los liquidaba a todos, también seguía de antemano sus pasos, pero algo no terminó de encajar del todo en lo que se decía y hacía... Algo oculto quedó ahí, agazapado en medio del ruido de los deseos y las incompetencias. No estaba en absoluto persuadido que debía seguir siendo así. El juego de espejos (la dialéctica), me ayudaba a entender cada vez más fino. Cuando mis semejantes rechazaban algo, recordaba las muchas veces en que yo rechazaba algo. Y si me habían hecho las injusticias a mí primero y no tenía muchos asideros para comprender una represalia (lo cual pasó, pues nunca fui un excelente pionero de la vida), entonces trataba de entender el sendero del agresor. Pronto se mostraron los caminos a seguir, las pisadas en falso. Las ventanas al mundo de la ilusión y del nihilismo, los valores puritanos y los perversos. Las ruinas eran los pasadizos más reveladores. Cada recorrido podía representar un museo de intenciones, tanto más resplandeciente cuanto más conociera al ejecutor. Un camino de muerte, eso era cada reconstrucción de la devastación, cuyo destino era un error, y poco más.

Los muchos templos del horror pudieron agotar todo mi espíritu juvenil en pocas semanas, pero tuve la suerte de buscar en sentido inverso, y traté de reconstruir los aciertos, las bondades de los demás. Si por un lado podía sentir la asquerosa sensación de inocencia, por el otro sentía el endeudamiento culposo.....

...

... No se puede escribir nada breve, carajo, porque la vida es más breve aún.


Algunas respuestas sintéticas

21 de octubre de 2013

Existe la alerta de violencia porque existe la repugnancia, no porque la violencia sea abyecta por sí misma. Más exacto: dado que las cosas tienen un comportamiento regular y son susceptibles, es posible interrumpir su tendencia y poner en duda las expectativas que de ellas se tiene, lo cual da de qué hablar por largo tiempo, con razón. Pero el punto es que violentar es, para ser breves, usar la fuerza para cambiar algo. Ya si alguien se opone a la violencia es principalmente porque se está cambiando el modo de ser de algo que no debería cambiarse, por ejemplo, la inclinación humana a vivir dignamente, entre amigos, con libertad y salud; modificar esta inclinación es grave y denunciable, por comprometer principios básicos. Es por esta razón que también la violencia es un tema moral, no sólo descriptivo, y lo que pone en la mesa su señalamiento es y debe ser la violencia hacia las personas, en la medida que condiciona su voluntad libre y su resistencia nacida de la necesidad en sus corazones. La violencia sobre las cosas es un tema a discutir, qué duda cabe, no todo es abundante ni igualmente relevante, pero esta discusión está subordinada a las violencias estructurales más agresivas y duraderas contra las personas: la política, la económica y la simbólica, formas todas de violencia que, por difusas, parecen sobrecogedoras y eventualmente condenan a la indefensión.

30 de octubre de 2013

El problema de los sistemas políticos totalitarios, como es el caso de la mayoría de los países modernos, es que la política la decide una colectividad determinada, muy limitada en su variación y percepción de las necesidades y recursos, pero lo bastante desarrollada para ejercer un poder que cambie la percepción específica generalizada sobre sus propios modos de control, de modo que parezca a los observadores concretos que el partido único tiene contrapesos reales. A menudo logra esto gracias a una maquinaria integrada en los procesos profundos de cada instancia de decisión burocrática central, fuente de mandos y distribuciones de recursos, y para esto aprovecha cualquier código cultural de integración para posicionarse, volviendo al patrón social la causa de la configuración resultante y ocultando el origen político del lacayo y la intención estratégica de sus superiores. Mientras más verticalidad haya en el proceso, más improbable se vuelve delatar la función del agente de la colectividad al mando y corregir sus efectos. Igualmente, a menor participación libre haya del esbirro, menos condiciones quedan para exigir responsabilidad a todas las partes.

10 de abril de 2014

Laz estrellas podrían perder su mudez - Zeyrus Kuilg

28 de enero de 2010

Todos tenemos poder - Zeyrus Kuilg

13 de agosto de 2014

Conocimiento e información - Zeyrus Kuilg

29 de diciembre de 2014

Seres sin verdad - Zeyrus Kuilg

2 de enero de 2015 - Cuaderno 15-01-02

1. La gente cree que la congruencia es una cosa muy importante y se escandaliza si no se mantiene. Yo lo pensé así durante muchos años, pero la suerte me llevó a explorar parte de la historia de las ideas que conformaron la mente. Se descubren algunas joyitas haciendo eso, como que las cosas evidentes tienen su revés, y por lo tanto cuando se tiene la emoción de estar frente a alguna obviedad, se disparan alertas y reconsideraciones. En general, los compas llevan razón en cuanto a que hay que defender la congruencia, pero creo se olvidan que la conciencia es limitadísima, particularmente la conciencia individual, es apenas una grava extraviada dentro de extensas dunas. Antes de avanzar más, aclaro que la conciencia en este sentido es un objeto racional y que la congruencia es un valor racional, por lo tanto, ideas sobre la conciencia del mundo, la gracia de Dios, entre otras, llevan un enfoque diferente del fenómeno y pueden verse poco beneficiadas de las palabras debajo.

Por conciencia nos referimos a algo material y mental, tanto lo uno, tanto lo otro. No solo se trata de un mero territorio finito -ese campo de atención- compuesto por determinadas moléculas movidas por impulsos eléctricos y químicos, también se trata de una lógica activa que posee sus propios límites de operación, de modo que es una relación en cierto estado de armonía entre múltiples símbolos y grandes estructuras o referentes. Ahora bien, ese equilibrio es dinámico y no siempre puede mantener una proporción adecuada. Sus picos de estrés son los tan conocidos conflictos internos, de los que no se ha salvado ningún humano conocido por mí. Siempre, en algún momento de la vida, hay suficientes motivos para inquietarse en el interior, para entrar en conflicto con uno mismo. Esta experiencia es una especie de "dolor lógico" que ajusta el código o calibra la toma de decisiones. (Aquí hay cerca una cuestión tenebrosa que no quiero pasar de largo, tal vez sea la única función que se aproxime al horror realista, me refiero al problema de la libertad y el determinismo, a saber, si somos lo que somos por ser espíritus o pensamientos libres o si lo somos por las condiciones que nos constituyen y que nos empujan a "decidir" tal o cual.) Lo que sucede es que la composición mental que llevamos en un momento dado posee solamente una cierta colección de información, la cual no es inalterable porque el pensamiento constantemente produce, procesa o crea nueva información, en dos sentidos muy claros: para desechar datos y para incorporar nuevas relaciones. Si "el disco" que tenemos en la cabeza no "borrase" información, perdería funcionalidad y correría el riesgo de paralizarse. La gente habla maravillas del cerebro humano, pero dudo que pueda almacenar 400 años ininterrumpidos de video en formato 1080p. No funciona así. Continuamente el entendimiento aprende cosas por medio desíntesis, es decir, de filtrar y perder elementos de la realidad, busca regularidades dentro de los datos que entran y generaliza, encuentra formas y las aplica. Nada puede ser entendido sin reducción.

La primera reducción es la construcción de informaciones que hace que no todos los datos sean relevantes, solamente aquellos que tienen algún sentido y contexto, aquellos que se objetivizan en el lenguaje y pueden ser puestos en alguna consideración especial en relación a otras informaciones. La segunda reducción es una especie de ampliación de los datos procesados hasta el momento; consiste en la colocación de la información en cuestión como mero respaldo de criterios generales para la acción. Ese respaldo es una reducción porque aunque suma entradas de datos, vuelve los recién adquiridos en un mero voto para creer tal o cual idea. En el mejor de los casos, los votos no son aislados, sino que ocurren en consonancia con miles de otras informaciones que están a favor de creer una posición u otra. Estos criterios generales son la médula misma de la persona, esos condicionan el ego, su moralidad, su disposición, maduraciones del carácter, etc. En este ámbito se juega, por ejemplo, el sentido de la realidad o el valor de las acciones cotidianas, el sentido con el cual imbuimos la vida. Algunos de estos criterios poseen un respaldo refinado, es decir, científico, dotado con un lenguaje más estricto que el normal y capaz de ser expresado y puesto a prueba entre iguales. Pero generalmente los criterios científicos son incapaces de cobijar completamente la humanidad del sujeto, solo cubren pequeñas partes de su totalidad personal. El lado racional del núcleo de la persona, en el caso de los seres humanos, de acuerdo a la tradición humanista y científica, consiste principalmente en palabras, la cuales, cuando se ponen en uso y entran en relaciones complejas (con contexto, intencionalidad, historia, media, etc.) se conocen como creencias o posibilidades. Esos son los juicios y unidades de significado lógico.

Por su parte, prefiero el nombre de criterios generales para dejar más a la mano que son estructuras dispuestas para operar o responder antes que contenidos mentales. Durante mucho tiempo se pensó en la mente como una caja aparte del mundo en la que se almacenaban conocimientos, verdades del corazón; algunos recuperaban la idea de olvido, pero seguían pensando que en la mente cuando menos ocurrían los pensamientos puros, ajenos al ruido de la materia y "la opinión" de los sentidos del cuerpo. No hay contenidos mentales en aquel sentido estricto, como enunciados lógicos perfectamente racionales donde solamente ocurren ideas puras. El pensamiento es también cuerpo, y el cuerpo es un organismo que, aunque suave o modificable, ofrece resistencia a su entorno; no se desbarata por cualquier tendencia exterior al él, al contrario, busca persistir al cambio y reacciona ante lo que le sucede, eso implica por supuesto el ciclo metabólico que lo hace requerir la renovación de sus medios de sustento y energía. Pues bien, estos criterios para la acción, el núcleo personal, que en el caso humano son estas creencias y posibilidades formadas por palabras, en todo caso conservan una lógica de cierto tipo. Dado que son materiales, no siguen los principios de la lógica silogística aristotélica del mundo clásico y académico, donde se privilegia la exactitud y la pulcritud, entre otros valores del poder concentrado, sino se comportan de acuerdo a una lógica más débil, abierta, no monotónica y no binaria.

La lógica no monotónica es una lógica que cambia sus conclusiones según sean las premisas vigentes. Está al tanto de la actualización del argumento, y eso depende de la nueva información que llega. Su definición es analogable al juicio de una persona cualquiera. Una lógica no binaria o polivalente tiene la característica de integrar nuevas reglas para restringir las inferencias inmediatas que brotan de que los enunciados clásicos solamente pueden ser verdaderos o falsos. Premisas como la disyunción "ser o no-ser" o la contradicción "ser y no-ser" adquieren distinto significado cuando es posible que haya un nuevo término sincategoremático que modifique el sustantivo "ser" cuando ocurre a solas, además de "(sí-)" y "no-". En la vida ordinaria de las personas, encontramos las salidas "indeterminado" o "no puede saberse (por ahora)" compartiendo su valor lógico junto con "verdadero" y "falso". Entonces ocurren las apuestas, algunas son diversión, como -dicen- "juegos de azar y mujerzuelas", otras apuestas son religiosas y aspiran a ser sublimes.

Además de poseer una lógica no clásica, la conciencia humana posee una disposición particular hacia la información que recibe, igual que como la tiene para procesar sus datos interiorizados. Casi nadie pone en cuestión la dinámica mental del aprendizaje, es un hecho irrebatible que el ser humano aprende. Esto quiere decir que mete nuevos datos, les confiere cierto sentido como información y la integra como razón para creer x o y. Pero en algún punto, también el sujeto elige que aprender de lo que se le presenta, en la medida que cubre condiciones para percibirlo, corrobora con ello sus intereses y no ponen en conflicto aspectos esenciales de su criterio actual. La percepción tiene su parte automática, pero también su parte intervenida en razón del juicio del sujeto, a veces conscientemente, cuando se discrimia y desecha lo que no se quiere pensar y se incorporan halagos, o inconscientemente cuando las convicciones nos hacen ciegos a las informaciones puestas delante. Ejemplos hay infintos. Ahora recuerdo uno que tenía que ver con la corrección ortográfica de unas páginas de revista. Estaba seguro que ya había revisado ciertos fragmentos, además pensaba que ciertas palabras casi nunca pueden ir mal escritas; total que había erratas, seguía habiendo letras pegadas o faltantes, ahí mismo en las palabras que había leído -revisando- siquiera un par de veces. ¿Alguien ha escuchado de los prejuicios? Aquí van, no solamente en las groserías vulgares. Cuando se aprende, se toma principalmente aquello que hace sentido de acuerdo al modelo previo, no todo lo que puede hacer sentido de los datos. Dicho de otra manera, la gente no aprende desde la referencia cero, como si estuviera en el trono de Dios creando el todo de la nada, sino desde una criba ya adquirida previamente. Es nuestra responsabilidad que ese conjunto de criteros vaya siendo cada vez más desarrollado conforme se adquiere edad y experiencia, o cuando menos, más adecuado para al progreso moral y civilizatorio.

Así es como retornamos al valor moral de la congruencia. Los viejos textos han tratado los asuntos de arriba con más precisión y abundancia, recomiendo buscar distintos métodos para adquirir creencias. Si llegan a ellos o miran con atención e igual dignidad una fotonovela que una pieza original de Praxiteles, quizá aprendan a ver necios, mártires dolidos y héroes modernos en todos lados, también dentro. En los recovecos de la llamada conciencia están conviviendo el yo-narcisista, el yo-sexual, el yo-altruista, el yo-científico, el yo-temor, el yo-irreductible. Verán que la crueldad y el deseo no están peleados, que la soledad y el placer se cartean todos los días, que las emociones salvajes y los pensamientos analíticos comparten naturaleza. ¿Quién puede ser congruente en estos tiempos de inigualable estimulación moral y alarmismos de toda clase? Hoy, los compas confunden la preocupación con la consciencia y buscan aceptación a partir de meras repeticiones de alarma, y luego juzgan desde una buena conciencia, entendida ésta no solamente como mente cursi, también como mente en posesión de la verdad. La Voluntad estragó el planeta. Se necesita algo más que demanda (de nuevo volición), hay un déficit de levantamiento deliberado de relaciones que satisfagan necesidades concertadas. Un concierto no es una voluntad cualquiera, es una correlación de las intencionalidades, lo que entiendo se quiso expresar alguna vez por medio de la 'voluntad popular'antes que se difamara la forma por la práctica misma de los demagogos.

Analicemos un poco más detenidamente qué significa este levantamiento deliberado de relaciones. Las relaciones son objetos diferentes a los objetos típicos y materiales, pero son realidades físicas, que obligan a los cuerpos en alguna medida a comportarse de una forma. Las relaciones se pueden deliberar, son para decirlo rápido reglas de juego; todos hemos iniciado y terminado juegos. La política del mundo actual es una regla del juego, colocada a fuerza y totalizada por medio de la historia, la violencia y la ignorancia, pero un juego, y puede ser terminado. Los autonomistas se dedican a inventar nuevas reglas, pero sólo lo logran en la medida que son efectivos en su autogestión. Levantar deliberadamente las reglas significa ponernos en situación de obedecer nuevos principios, no solamente ante nosotros mismos, sino ante otros, y no ante otros cualesquiera, sino a los miembros de la comunidad en donde uno hace posible su vida. ¿Difícil? Creo que nadie tiene una idea justa de lo jodidamente difícil que es actuar en consecuencia cuando nos proponemos entrar en resistencia. De todos modos, al dar la lucha, se crean recursos para las conciencias de las personas, recursos que, sedimento a sedimento, van haciendo un otro suelo para levantar edificios bajo cuyo techo se sigan las reglas de la comunidad, no las de la gran automatización del mundo.

El asunto con la congruencia está, entonces, en que se trata de una lucha con el sí mismo (un conglomerado de elementos siempre dinámicos) y en relación con medidas explicitadas, y en el caso de los opositores al sistema, tales medidas son deseos y creencias en comparación con el mundo único y de todos (a pesar del posmodernismo y nihilismo que se carguen). Para un individuo moderno, procesar las pruebas que supone tamaña ambición toma, por lo menos, un par de años. Pfff...

15 de enero de 2015 - Cuaderno 15-01-01

1. Elementos de posible uso para cuentos infantiles contemporáneos.

Todo. Sexo, drogas y rock 'n' roll incluidos. Pero destacamos lo siguiente de una cartilla moral con cierto soporte:
  • Condicionar el trato entre los personajes. En general, los personajes no ocupan solamente un rol dentro de un destino manifiesto para los cuentacuentos, son también representaciones de las personas, y estas son tales por sus actitudes y su relación a un etorno. Estos criterios pueden ser particulares o universales, siendo los segundos más comprometidos con tesis de la realidad. Ejemplo: si en el contexto sigue aboliéndose la realidad, seguir tratando a sus habitantes como bestias o demonios. 
  • Conocer estudios sobre las distintas clases de infancia y sus carencias. Esto puede solventar el escaso criterio para determinar el tono de las historias narradas. El niño de siete años promedio ya puede entender lógicas sinuosas y científicas, solamente le falta experiencia para captar gran parte de las tramas complejas o para completar los mensajes meramente sugeridos. En esto es semejante a cualquier joven, adulto o viejo que se ha instruido poco en la materia. 
  • Asumir que la obra puede llegar a cualquier tipo de manos, no solamente al público destino. Esto es de especial importancia para los productores de "obras para adultos". 
  • Mostrar el infinito de los objetos. Mostrar la composición de aquello mirado cambiando de enfoque, sea arriba o abajo. Ejemplos: mirar de un ser vivo sus mínimos para pensar su metabolismo o de un país el mínimo para pensar sus leyes como escritas y no escritas. 
  • Caracterizar personajes según su grado de racionalidad. Unos pueden perseguir objetivos de acuerdo a premisas bien delimitados mientras otros no muestran ni conservan precepto claro alguno. 
  • El mal no es ningún personaje concreto. La tradición de los cuentos modernos tiende a exagerar a un personaje volviéndolo el centro de todos los problemas del protagonista. Este tipo de recursos literarios casi siempre eluden los verdaderos problemas del mundo cotidiano, como son la inequidad y la discriminación, situaciones que brotan de las relaciones sociales, no de un sujeto culpable simplón. Si se quiere amplificar el aprendizaje del menor, la historia debe desarrollar más que un villano al cual golpear con juicios y puños de hierro. 
  • Las convenciones políticamente correctas son insuficientes. Los criterios del bien y el mal en distintos contextos no están definidos y esto debe hacerse notar como parte de los días convencionales. 
  • Abandonar la forma de lenguaje infantil, permitirse desarrollar más que lo grotesco, lo aburrido y convencional, el mundo adulto. 
  • La infancia es realmente compleja. Si el tema es la infancia, se debe eludir la fruslería de diferenciarla entre buena y mala o a partir de gustos y familias. Describir la naturaleza de la infancia, sus etapas y diferencias formales. No ocultar a los niños malcriados ni cebar a los buenos de miedos y afirmaciones sustancialistas. 
  • La diferencia de clase es también etárea. Hay que mostrar con suficiente justificación la distancia entre los niños y los adultos y algunas teorías de valoración sobre unos y otros. Lo obvio, al principio, no es tan obvio. Conviene mostrarle al pequeño los temores de la clase adulta y los motivos de conflicto y ejercicio del poder entre estas clases. 
  • Dejar cabos sueltos, para que los menores propongan continuaciones de las historias que disfruten con los elementos que conocen. 
  • Diversificar formalmente la idea de familia y evitarse los anacronismos que colocan en relación de igualdad a la familia biológica y a la modal. 
  • Para que sea creador, se requiere que el menor aprenda a decidir. La enunciación de moralinas debe sustituirse por ocasiones para reflexionar la toma de decisiones. Los sermones son útiles solamente en situación de insuficiencia de criterio, lo cual a menudo se sabe a posteriori. 
  • El crimen es crimen para el mundo actual, no por naturaleza. Si se narrarán eventos criminales, el infante debe captar que se trata de actividades perseguidas y castigadas en el mundo de carne y hueso. Es responsabilidad del narrador si el menor adquiere algún afecto por tales acciones, por lo que su legitimidad (de haberla) debe ser tratada con especial cautela. 
  • Fomentar el relativismo extremo es una actividad de alta peligrosidad para la infancia y para la vida en el planeta. Debe moderarse el uso (hoy prácticamente constante) de recursos narrativos como los giros inesperados, los antihéroes y los villanos trágicos. El niño debe advertir que hay regularidad en el mundo y que asumirla trae beneficios o que potencia las fuerzas en todos. Historias sobre la esclavitud o la debilidad de aquellos que desconocen o niegan ciertas verdades fundamentales son recomendables. 
  • El castigo del malhechor no es relevante. En los mitos sobre la justicia, hay que hacer todo lo posible por desvincular la justicia del castigo vulgar (incluido "el karma") y asociarla a tres ideas fundamentales: resarcimiento del daño, reinserción social del agente y nuevas medidas para evitar la repetición del mal. 
  • Algunos géneros de las distintas clases de obras son creaciones directas de las prohibiciones. Las violaciones a los principios no dejan de existir en razón de la prohibición, simplemente se vuelven obras marginales que pueden ser tomadas como emblemas de subculturas. Su ostracismo es más insano que su supuesto contenido repulsivo. Para evitar la disgregación social se recomienda no prohibir irracionalmente excesos. Si la historia lo amerita, se pueden narrar borracheras, matanzas y locura sin igual. 
  • La idea de que ver representaciones de violencia crea sujetos violentos es falsa. Muchos cuentos tradicionales destinados a los niños narraban decapitaciones, criaturas horrendas, devoración de niños y desmembramientos. La población que conocía estas historias no era más propensa a la violencia que la que consume los productos de la marca Disney. Desde luego no decimos que dicha empresa genere salvajes. Lo que verdaderamente crea sujetos violentos es hacerlos padecer la violencia, hacerles creer que no hay otra forma de existir o subsistir. Hay una diferencia abismal entre mirar y recibir el mal; el primer modo puede servir de catarsis, el segundo sí puede naturalizar el daño. 
  • Buscar ocasiones para discutir la prioridad tópica. Los cuentos infantiles no deben generarse de acuerdo al movimiento del mercado, pues su objetivo no es competir por el enriquecimiento sino educar a la población y reproducir sus condiciones para seguir persiguiendo el mejoramiento moral. Hoy día no es claro, por ejemplo, que los niños deban seguir consumiendo al por mayor narraciones centradas en la consecución de una pareja romántica, aunque el amplio espectro de la sexualidad, como fenómeno natural y constitutivo de la especie, debe seguir siendo dado a conocer a los infantes. 
2. Facebook es irritante porque rezaga datos que creo a los usuarios les podría importar tener a la mano. El muro se piensa como una línea temporal de acontecimientos que se van sucediendo o actualizando, pero la navegación de esa línealidad es miserable. Por esta razón colocaré un mensaje de alguna relevancia en el espacio de las notas, que por ser menos comunes y poder ser enlistadas en un marco aparte facilitan localizar el texto.

La escritura del 15 de diciembre que se reproduce a continuación es relevante porque:
  1. Llamó la atención de más de un par de personas aunque no tuvo promoción alguna o no se benefició de una publicación auténtica. 
  2. Su contenido dice una verdad de perogrullo, pero se tomó la molestia de decirlo con algo de paciencia atípica. 
  3. Tiene trazas de metafísica, por lo tanto, de estima, a pesar de no desligarse por completo del tren del mame cultural propio de Internet. 
Lo diré otra vez, porque sí, porque no soy activista, ni siquiera alguien consciente, ni bueno, ni artístico, ni filosófico, ni nada; nada más porque sí: el poder no se tiene. El cabroncete que cae mal no es poderoso y el mundo que no debería existir en razón de todas sus atrocidades tampoco es poseedor de todo el pinche poder. Poder le llamamos a una cualidad, un rastro que dejamos cuando entramos y nos aventuramos al laberinto del mundo, por consejo de la Ariadna o por idea del Arquitecto. La madeja de hilo no tiene ningún valor sin una prisión sin puertas, sin un peligro o bestia al acecho, sin una ofrendado que se entrega a la oscuridad, sin un acto heroico, sin un cómplice; sin todo eso la solución al enigma no tiene nada, es vacío.

Por esto, es obligatorio resolver la cuestión de a qué llamamos o intuimos acumulación de poder y a qué la toma del poder, entre otras asociaciones explicativas de la fuerza en acción. La estupidez y la ignorancia respaldan el creer que las respuestas son tesoros, que pueden guardarse en un cofre para un uso discreto, creen que se pueden llenar las arcas de palabras y heredarlas a sus predilectos sin mayor compromiso con el todo. La nada lo abarcaría todo si sus favores no fuesen restringidos por los elementos complementarios correspondientes.

La explicación del espacio, la de su invención perceptual, es una tarea harto reveladora que hay que intentar algunas veces en la vida. Enseña que los seres son relacionales, que el uno, el necesario, el antiguo, o la gran mamada que se les ocurra, la cual derivó todo, incluidos nuestros secretos conscientes y los acontecimientos que no nos han pasado -si acaso tal entidad explica algo-, tuvo que ceder su propia originalidad para poder engendrar la creación misma. El principio es vario (tal vez ya es multiplicidad). Sucede que ya está coligado por sus propios aspectos constitutivos, reducibles a tres para el intelecto abstracto redactable y por lo ya registrado en los fragmentos de la historia. Quizá se mostraría más diverso si pudiésemos conjurar otras especies de razón, adivinemos una cuántica, una androide, o una colectiva. La génesis de todos los distintos eventos está entonces mutuamente fundada en sus aspectos, sí constituye pero ya es constituida, está ya enlazada a sí y por sí ante una transgresión de sí misma, su impureza la vuelve codependiente, coyuntura, mutualidad y comunión. No es así un objeto cualquiera porque se mezcle con las demás cosas, sino porque así es desde sus albores mismos, está cargado de potencial, pero también está vencido por sí mismo. Una pirueta más -todo muy básico-: son alas que llegaron al mundo a costa de cortar su propia capacidad de ser alas.

Algunos describen la libertad desde la facultad para principiar algo, desde el poder de comenzar una obra, un trabajo, un interés. No dicen, si son elaborados, que es la falta de poder la que inhibe la libertad, pero varios son tentados a creerlo así. Si se explica el desarrollo de las sustantividades como un proceso condicionado al poder, sería casi inmediato inferir y diagnosticar "la falta de poder" como causa de los ultracotidianos fracasos. Pero esto no es el caso. El poder es también necesario para poderse doblar o someter a otros fenómenos. Los materiales del mundo con los que construimos herramientas y cosas varias son nuestros mejores maestros. Sus cuerpos tienen distintas colecciones de cualidades y responden de formas especiales a ciertas condiciones. Todos los objetos y sujetos tienen poder, no los puede abandonar si conservan la existencia descrita en los distintos postulados u omisiones de que hay mundo. Por ejemplo, para que este texto tenga sentido, he tenido que seleccionar los problemas a desarrollar y algunos que he de obviar. He tenido que imaginar que esto pudiera ser ilustrativo para algunas subjetividades, las cuales me he visto obligado a imaginar en parte y a reconocer de datos ajenos, también, para el mayor ejercicio de cierta clase de creaciones que a penas y me interesa lo bastante a mí nada más, hasta donde sé, que se realicen. Es decir, el texto, que puede ser reinventado como obra abierta que ya es, desde distintos enfoques, es sumamente débil ante unos y posiblemente fuerte ante otros, cuando menos, hay una carga intencional. No olvidemos que está dirigido no solo a sujetos, sino también de acuerdo a su formato y presentación. La red que muchos de nosotros conocemos hace de estas palabras una suerte de carta arrojada al mar en una botella.

Pero volvamos, ¿qué quiere decir acumular el poder?, ¿qué quiere decir tomar el poder? Y sobre todo contestemos, ¿qué vamos a proponer luego de dichas las palabras?

Comienzo por colocar la atención sobre esta lectura breve. Estamos ante una tecnología, una forma teórica que da un orden más o menos coherente a los acontecimientos experimentados y que propone ciertos enlaces conceptuales, cruzas que hacen sentido, a quienes le tengan buena fe y a quienes se esfuercen en construirlo. La teorización es por sí misma una experiencia para sus descifradores y cocreadores. Se trata de una tecnología hecha de palabras, de signos muy evidentes, de objetos débiles, los cuales sabemos muchos podrían acusar de meras opiniones, de ignorancias, de humo, de seres que no son, insinseridades, pena ajena. Pero también es una red muy pequeña que teje el suelo suficiente para concertar acciones, es, un 'espacio de palabras'. Los viejos le llamaban a esto texto. Romas las palabras, tenemos que sacarle filo a todas, porque la enfermedad del espíritu de la actualidad obliga a recordar lo temas más elementales; hasta esos niveles ha llegado el daño a nuestra razón. Los puntos de apoyo de ese espacio de palabras, de ese suelo suficiente, son las referencias, y las referencias, hasta donde me quedé en estudios, son los mitos, los términos primitivos en nuestro estado actual de pensamiento; o sea, los contenidos satisfactorios no cuestionados. Son signos que no tomamos necesariamente por reales o por visiones inventadas, sino por figuras prácticas, ya insertas en situaciones o circunstancia, siendo su verdad o falsedad, un uso práctico entre tantos otros. Ahora bien, este texto es un escrito de muy cortos alcances, que fue concebido por seres diminutos que germinaron a través de mi cuerpo. Los núcleos de razón o cabezas que deambulan en las miles de millones de subjetividades humanas tienen una bajísima exposición a estas palabras, en la mayoría de los casos concretos, notaremos que su exposición fue nula. La circulación de esta teorización es una nada, como debe ser, dadas sus condiciones de elaboración y "publicación". Pero no todos los textos tienen estas características, y eso es lo que explica qué clase de tecnología es la que insiste en la posesión del poder.

Los textos no son solamente leídos, también viven en la informalidad más allá del papel: son mencionados, reinventados, comentados, criticados, rechazados, escuchados. En ese ámbito, sus puntos de unión más duros se van anquilosando como referencias colectivas. La teorización entonces no solamente ocurre a modo de isla desierta, también ocurre como mito social, o bien como consenso, en caso que las referencias se acuerden por una colectividad deliberativa. La primera forma es la más común, porque las agrupaciones humanas de la actualidad han recluido el razonamiento a los espacios privados en lugar de a los públicos, encuentran la realización subjetiva en los proyectos personales e individuales y han dejado la esfera pública a una gran automatización en la que poco se piensa, porque es mayormente invisible para la escala de un ciudadano promedio, sometido a la anomia y a la enajenación. Cuando las referencias sociales son meros mitos sociales, concretan un significado estereotípico que filtra los campos semánticos en los que pueden moverse los términos con suavidad en el trato interpersonal. El lenguaje neutro está plagado de lugares comunes que podrían ser, con mayor información, grandes equivocaciones o mayores aciertos. Poco importa aquí su verdad, sino su uso, y en la práctica, estar equivocado no significa perder la razón, al contrario, llevar las palabras a determinados puertos es estar ejerciendo la razón y estar dando por sentado un cuerpo de premisas como verdaderas (o suficientemente verdaderas).

"Tomar el poder" es un lugar común de lo que se entiende, a menudo, por "hacer la revolución". Esta idea asume que las fuerzas revolucionarias no tienen el poder y que una vez que lo tengan, podrán dar el gran cambio tan anhelado. La historia muestra que el problema de las mayorías con las minorías es que estas últimas viven parapetadas por un esquema o una estructura de relaciones inicua que hay que desbaratar, y que si no se golpean sus ejes, la opresión será transitiva, aunque cambie la sangre o las buenas intenciones de la minoría. Muchos miran hacia otra parte y repiten (todo esto es una mera forma de repetición) la propuesta: organizarse, ser autónomos, tener su propio territorio. Sin embargo, estos "más despiertos" que no buscan el cambio inmediato rara vez pueden lograr que cuaje una transformación para el largo plazo. Los "largos plazos" de varios sediciosos son aproximados a un par de años, a un sexenio cuando se deschavetan; no piensan en términos generacionales. Se entiende; perdida cierta confianza en el progreso y en la humanidad misma, a muchos nos robaron el futuro; ¿cuándo vamos a imaginar fácilmente los cambios que se avecinan y a prepararnos ante ellos como corresponde, si podemos sedar nuestra percepción de su existencia?

Cuando escucho a los autonomistas, trato de entender qué quieren decir, y miro de cerca su comportamiento, y comienzo a ver que los motivos por los que no son seguidos, tienen que ver con que no bajan el grado de abstracción de sus propuestas. Hay que desdoblar sus palabras. Esta carta en una botella es un intento por desglosar las palabras que nos parecen familiares, pero que han perdido su capacidad para orientar nuestras acciones. Afilados los pensamientos, potenciamos nuestras actividades, y ganamos confianza en el futuro que construimos.

La propuesta es bien simple, dicho todo esto, pero busca apoyarse en otros puntos, considerablemente frescos para los atentos imaginados por mí. (Son puntos muy incipientes, pero lo expresado no es solamente lo manifiesto, y eso me deja en relativa calma.) Habitantes del mundo, sigan la ruta del autonomismo, pues ella es la única vía conocida que es plural y da entrada a un mundo donde caben muchos mundos, mundos dispuestos a coexistir con otros. Los demás esquemas quieren ser igualmente prósperos, pero no pueden evitar sobresimplificar a los casos especiales y concretos y obligarlos a acatar la forma general que concibieron para su operatividad de alguna manera centralizada. No hay que tomar el poder; eso ya "se tiene", es un defecto de origen de todos los seres. Hay que desconocer el poder en su sentido mitológico y social, la tecnología que lo refirió como objeto de posible posesión ya no sirve, hoy es una vieja roca que no ayuda para cazar. El otro como problema político, "el poder", es la cansada confianza que tienen los distintos participantes de que están en mejores manos la toma de decisiones en un órgano heterogéneo que en un organismo doméstico, cercano y que requiere de su mantenimiento y responsabilidad. En este sentido, "los poderosos", son los que han acaparado la toma de decisiones y pueden coordinar a otras existencias sobre la base de que las funciones de todos los miembros ya están previamente definidas, que no hay que reinventar los distintos puntos que conforman el cuadro de la realidad. Para que los proyectos autónomos funcionen, cada centro ha de hacer su propio esfuerzo por comprender cómo opera su propia totalidad, su auténtica nacionalidad (otra palabra con su propia referencia mítica), para combatir la anomia, y de qué manera ésta beneficia al resto de las naciones del globo, para combatir así la enajenación.

Si queremos tener mayor consonancia con el entorno, el cual también nos constituye, dado que nos condiciona y nos da acceso a nuestras tecnologías, entonces tendremos que comportarnos de una forma más aproximada a los sistemas ecológicos. De modo que de pilón hay una segunda propuesta: para acercarse a la autonomía, búsquese una justificación para explicar porqué el ser humano no es un ser separado de la naturaleza por obra de la tecnología, sino que en razón de la tecnología, es sencillamente, naturaleza.

Los casos para analogar lo dado aquí son muchos y el terreno de trabajo planteado vasto, por eso es para el mar.

(Ningún hombre escribió esto, ningún hombre es una isla.)

14 de diciembre de 2014

Lista para los Reyes Magos:

NOTA: Para no quebrarse la cabeza con los minoristas (auténticos amos de la distribución), haga pocas consultas. Si alguno de los artefactos no se oferta en una tienda de la esquina, ni en los centros comerciales, igualmente si no aparece en los comercios electrónicos, entonces hágalo usted mismo, como predican los ahora anticuados diyistas, o antes de ellos los individualistas, los egoístas, los liberales, los independentistas, los autonomistas, los comunitaristas, y antes que todos, los humanes, los hijos de la tierra y sangradores de la misma. Pero antes, no olvide aguzar los sentidos y verificar que haya canales que permitan las construcciones hiperespecializadas requeridas en ciertas fases de la invención tecnológica.

1. Estructuras de pensamiento emancipadas de prejuicios sustantivistas clásicos: modelos de razón que no apelen a la naturaleza de los seres sin contextos de aparición, condiciones y potenciales. Es decir, dispositivos que eludan la configuración de mentalidades que reproducen figuras por repetición y no por razonamientos dialogales, polifónicos e histórico materiales. Las formas que han de ser fomentadas, para solucionar problemas, deben ser prioritariamente públicas y comunitarias.

2. Procesos sintéticos de la información producida en el último siglo y medio, que faciliten la adquisición de criterios para identificar los problemas urgentes, los importantes y los derivados de todo cuanto existe, sin dejar de lado siempre un amplio repertorio de caminos de acción para la adecuación libre conforme sean las condiciones de comprensión de cada sujeto concreto. Además la síntesis ha de dar asideros morales y propiciar el desarrollo de la responsabilidad a las nuevas generaciones.

3. Rehabilitación de la deliberación en la civilización moderna. Detección de los problemas para la toma de decisiones en los sujetos y valoraciones neutrales de las concentraciones específicas de recursos o de poder que, de facto, impiden a las sustantividades humanas entrar en comunión, lo cual gesta en consecuencia una disputa que desemboca en la configuración de la injusticia o de la violencia estructural.

4. Un órgano permanente de la sociedad civil global que se ocupe de combatir en jurisdicciones culturales particulares los mecanismos que han atacado la memoria y el territorio de sus pobladores racionales, que desacredite el culto a las explicaciones monosémicas de los fenómenos (siendo el relativismo vulgar un ejemplo de pensamiento lineal), y que exhiba, en función de consecuencias concretas, los perjuicios de los hábitos, tanto físicos como mentales, contra el individuo, su comunidad, su entorno y las generaciones pasadas y futuras.

5. Listas de conceptos entreverados que requieren de revisión teórica inmediata dada la nueva información generada en el presente. Posibles ejemplos: el campo semántico de la política, en particular sus binomios paz-guerra, capitalismo-socialismo y legal-legítimo. También el campo semántico de la verdad y los hechos, incluir ahí lenguaje, historicidad y existencia (prestar especial atención a que se asimile el proceso de aprendizaje o crecimiento de los sujetos, de sus redes y sistemas). Otro podría ser la tecnología, aproximar a ella las formas constitutivas de la percepción, las tradiciones del entendimiento, y alejar la idea empobrecida de "aparato moderno que nos separa del estado salvaje".

30 de diciembre de 2014

El tiempo esculpe también el mal - Zeyrus Kuilg

25 de agosto de 2014

Seremos todas las cosas de este mundo y más todavía: ya somos el mundo y aún somos otros mundos por venir; ningún incrédulo nos despoja de nuestros elementos constitutivos, por más que se ignore o se niegue, no hay dios sin nosotros, ni otros sin nosotros; como seres relacionales, siempre somos naturaleza, ciencia y tecnología, es decir, somos una pugna, una lucha condicionada condicionante que nos otorga, una vez distendida y decantada, al hijo llamado orden; todos los dispositivos, aparatos y signos conforman nuestro propio cuerpo central, nos ordenan en todos nuestros detalles, colocan nuestros errores, nuestra mente y nuestro destino en libertad. Somos la totalidad capaz de volverse una obra todavía mejor. Somos la práctica y las acciones todas, hacemos incluso aquellas cuyo nombre no ha escuchado hasta este punto el corazón singular. Somos la multiplicidad de contextos y testimonios. Ningún sujeto se ha quedado sin objeto en nuestro interior, mientras en el exterior cada objeto tiene su sujeto. Las formas se acoplan a pesar de los continuos derramamientos de violencia. Ya alguna vez fuimos, en el espacio mítico, una parte a secas, concluida, en perfecto balance consigo misma y sin más, fue antes de ser este acto abierto de vida, donde las emociones dictan caminos dispares y motivos de conflicto, a unos determina con hastío y a otros con goce o desarrollo de esperanzas, lo mismo da, en todo caso, padecemos aquello adquirido por igual: que somos -¿no serán el ser y el crear la misma noción?-, y por lo tanto soñamos, y en efecto viajamos, de esta manera navegamos todas las formas del mar; recorremos todas las posibilidades, así por siempre, hasta volver a nacer o incluso a parir en mitología.

26 de octubre de 2013

¿Cómo desarrollar la percepción del sentido del esfuerzo colectivo?