Carpe diem
Si en verdad la quise, ¿qué con ello?, y si rendí mi vida y mis ideas a su causa, y con todo, la infinidad divina tuvo suficiente de nosotros juntos y de un plumazo sacudió nuestro pacto de una vez y para siempre, hasta el duro oprobio del terrible grado de traición y desavenencia invencible en el pensamiento, ¿acaso importa? ¿Le importó a los infantes brutalmente asesinados?, ¿o a aquellos niños muertos por alguna negligencia?, ¿le importó a los pequeños obligados por fuerza a convertirse en asesinos?, ¿le importó a los animales al tiempo de servir de alimento a su depredador?, ¿y cuando obligamos a algunas especies a nacer y vivir en sufrimiento para terminar en una muerte empaquetada para nuestro alimento?
miércoles, 18 de abril de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)